Este Curso llegó a mi vida y la colmó. Sus palabras, sabiduría sagrada, removieron todos los sistemas y estructuras programados en mis células y me mostraron el origen de la creación y la familia que somos, la unión intrínseca de toda la vida y la verdadera libertad.
En estos capítulos intento compartir y reflexionar las palabras del maestro desmenuzando el contenido de las paginas del Curso de Milagros para que ellas se hagan vida y verbo en mi y en todos los que lean y reciban con el corazón.
Sé que el Espíritu Santo es el gran facilitador, y el nos guía en la búsqueda. Si estas leyendo estas páginas el te dará el entendimiento y será su voz en ti.
Soy una gran agradecida por la oportunidad de aprender del maestro y despertar a la verdadera vida.
El milagro es el medio, la expiación el principio y la curación el resultado. En lo que concierne al curso, la curación no es un milagro, el milagro es la expiación y la expiación, es a su vez, el remedio. Entonces, cualquier clase de curación es el resultado de la expiación, pues la expiación corrige y deshace los efectos nocivos del error. No importa a que clase de error se aplique la expiación, siempre se trata de una liberación del…
El despertar comienza con un darte cuenta que la visión física y tu búsqueda externa de Dios no te ha servido, cuando te sientes tan inútil y frustrado en tu empeño que aceptas la pequeñez de tu visión y de tu capacidad física, cuando finalmente te vuelves hacia Dios para pedir respuestas, entonces comienza el viaje. Es entonces cuando se manifiestan un sin fin de sincronías que van abriendo puertas de conocimiento. Comienzas a darte cuenta que no todo es…
Es esencial recordar que solo la mente puede crear y que la corrección solo puede tener lugar en el nivel del pensamiento. El espíritu ya es perfecto, y por lo tanto, no requiere corrección. El cuerpo no existe, excepto como un recurso de aprendizaje al servicio de la mente. Entonces, si trabajamos en el autoconocimiento, que es parte primordial de nuestro despertar, el curso nos deja en claro, que de la trinidad que nos conforma: cuerpo, mente y espíritu, solo…