La culpa
Cuando te sientas culpable, recuerda que el ego ciertamente ha violado las leyes de Dios, pero tú no. Los “pecados” del ego dejamelos a mi, pero hasta que no cambies de parecer con respecto a aquellos a quienes tu ego ha herido, la expiación no podrá liberarte.
La culpa es un tema únicamente de la ilusión, vale decir de la tercera dimensión, y como nosotros estamos inmersa en ella el maestro en el curso de milagros nos da recetas para superarla, pero antes de todo tenemos que recordar que el pecado ni la culpa existen verdaderamente, pues nuestro verdadero Yo no pecador ni culpable.
Nuevamente, quien “peca” o cree pecar es el ego, nuestro yo inferior, y lamentablemente lo hace porque como el mortal que es, tiene miedo y vive desde el instinto de supervivencia.
Para participar de este plan evolutivo, estuvimos de acuerdo en tomar un cuerpo con su correspondiente yo inferior y olvidarnos de nuestro origen, y esto es lo que hemos estado haciendo, viviendo desde el ego, por muchas vidas y experiencias, sin embargo hemos pasado y cubierto las etapas previas hasta llegar aquí, donde todos juntos al maestro reaprendemos el amor.
El nos ha enseñado a utilizar la expiación en todos los casos de error, especialmente en la culpa, puesto que si existe un culpable, es porque hemos juzgado o nos han juzgado, pero también dice que si queremos ser liberados por medio de la expiación, tenemos que brindarla primeramente a quienes hemos enjuiciado y sentenciado.
Si ponemos en practica esta enseñanza lograremos, después de un tiempo, anular la culpa en todos los sentidos, pues dejaremos de culpar y liberando a otros seremos liberados. Nos daremos cuenta de la profunda verdad de la enseñanza, y al hacerlos estaremos actuando desde el verdadero Yo.
Los juicios, al igual que cualquier otra defensa, se pueden utilizar para atacar o para proteger, para herir o para sanar. Al ego se le debe llevar a juicio y ahí declararlo inexistente.
Si escoges no enjuiciar, no culpar, no criticar, no hacer comentarios sarcásticos, no levantar falso testimonio, no participar de conversaciones negativas, no opinar ni sugerir cuando no te lo han pedido estas escogiendo liberarte y amarte con caridad, y la expiación y el espíritu santo estarán pronto para asistirte y alejarte de la tormenta.
Nos preguntamos frecuentemente porque nos sucedió esto o lo aquello, porque las personas son tan negativas, como pueden existir maleantes o depravados, como pueden ser posibles gobiernos y sociedades nefastas y controladoras que privan de libertad, y no nos damos cuenta que nos nuestro reflejo en el espejo social.
Al tenebroso espejo del ego no tienes si no que decirle: No voy a mirar ahí, porque se que esas imágenes no son verdad. Date cuenta que si las estas viendo, es porque aun están vibrando y resonando en ti, aun eres nido de ella, aun no te has liberado, cuando lo logras ya no ves el error, ya no culpas, ya no miras hacia fuera buscando culpable, porque estas muy ocupado siendo ese Yo con mayúscula, ese amor que irradia amor y perfección, ese que se incorpora el cielo en la tierra y que es todo amor y armonía, porque no ves menos que eso.
Se que no es facil, pero si hemos llegado al estudio del curso de milagros, es porque no estamos en la primaria, ya somos universitarios y nuestra conciencia puede expandirse aun mas.
El segundo advenimiento de Cristo no significa otra cosa que el fin del dominio del ego y la curación de la mente. Al igual que tu fui creado en el primero, y te he llamado para que te unas a mi en el segundo.
Seamos ese Cristo que nace y se unifica con el maestro, seamos ese hijo de Dios, porque el Padre espera con los brazos abiertos a su hijo pródigo, ya es tiempo para descansar y disfrutar del hogar, que esta lleno de abundancia y alegría.
Por Marisol Stevens.